Servicios de arquitectura
Rehabilitación y daños en la edificación
La piedra labrada y apilada crea espacios que duran cientos de años, los muros de ladrillo son su evolución natural y tienen una vida útil muy cercana. El hormigón armado es un material mucho más exigente. Duro, resistente y versátil como pocos otros, pero muy dependiente de las condiciones de ejecución y de su posterior trato para alcanzar su durabilidad. Un error en la ejecución o un daño durante su vida útil pueden desencadenar procesos que acaben con el material en una fracción de lo que debería durar en realidad.
Los materiales, todos, empiezan un proceso de degradación en el mismo instante que salen de la fábrica. Su vida útil depende, a parte de su correcta ejecución en obra, del mantenimiento periódico necesario.
Si la piedra, los ladrillos y el hormigón tienen una vida larga, los materiales de origen plástico y variantes de cauchos tienen un recorrido mucho más corto. La mayoría de estos materiales pierden sus prestaciones al alcanzar los 25 a 30 años, siendo necesario su sustitución.
Para poder disfrutar de tu inmueble sin pérdida de prestaciones, tendrás que hacer labores de mantenimiento periódicos: Pequeños arreglos puntuales cuando toquen y grandes actualizaciones cada 20 años.
Tenemos mucha experiencia tratando daños en la edificación y leyendo las deficiencias patológicas que se van acumulando durante los años. Contrata un informe de daños para saber en qué estado está tu inmueble, eres la persona más interesada en que todo esté bien y en alargar la vida de tu propiedad.